25 ene 2009

“El traje del muerto” – Joe Hill (2007)

Conocí la existencia de esta novela por un programa de Radio 3, Discópolis. Es un programa musical, la excusa para hablar de él era que libro se vende, de manera opcional, con un disco que contiene las canciones a las que se hace alusión en él, todas ellas de rock y heavy metal. El protagonista es una estrella de rock duro y gótico ya entrado en años que colecciona cosas extrañas. Joe Hill, que por cierto, es el hijo de Stephen King y ha heredado gran parte de los genes de su padre, debe ser admirador de este tipo de música, porque no pierde una sola oportunidad de hablar de una canción o de un grupo. Sin ir más lejos, el prota tiene dos perros a los que llama Angus y Bon, en alusión directa a Angus Young y Bon Scott, guitarra y cantante de ACDC, este último muerto hace mucho, y en cierta parte del libro que no voy a decir, aparecen otros dos perros con el nombre de Jimmy y Robert, guitarra y cantante de Led Zeppelin.
Al hombre le ofrecen un día la compra del traje de un muerto, con la condición de que el fantasma del muerto va incluido en el precio.
Buen planteamiento.
Tiene momentos verdaderamente espeluznantes, pero la acción se concentra en varios trozos separados por largos desarrollos que sí, son necesarios para que la historia sea bien entendida, pero se hacen un poco pesados. Antes del desenlace final, típico de las novelas de Stephen King, hay un desarrollo de esos muy largo que cuesta de digerir y hace que uno tenga ganas de acabar el libro de una vez.
Pero ¡ojo!, me ha gustado, que nadie piense lo contrario. Si alguien me pregunta que qué tal, diré que bien, sin más.
En Discópolis dijeron que nosequién dijo que era la mejor ópera prima de terror desde hacía mucho tiempo, el libro está bien, pero creo que no es para tanto.

21 ene 2009

¿Habéis visto el nuevo R 29?

!Qué raro y qué guapo!
Parece que este año hay cambios importantes en estética.
!Vamo Torete, con do cohone a por el Mundiá!
El 29 de marzo todo el mundo delante de la tele. Esperamos con ansiedad.

El poeta del tigre

-¿Dónde está el tigre, jefe?
-Al fondo a la derecha.
-Como en todos los bares ¿eh?
El dueño del bar fulminó al joven con la mirada. Detestaba que se le tomasen confianzas gratuitamente, sin haber dado pie a ello. Especialmente si se trataba de un mocoso melenudo de esos que ahora llaman “antisistema”.
Pero no había nada en el mundo más indigesto para él que la imagen de un antisistema tan impecablemente vestido y peinado como aquél.
-Al menos se ha de ser auténtico, cualquier cosa, pero auténtico-. Era su frase preferida, le encantaba, y la consideraba propia, pero nunca encontraba el momento de escribirla en la puerta del tigre de su propio bar.
A la pregunta de “¿Un hippy necesariamente ha de oler mal?” el dueño del bar respondía rotundamente “SÍ”. Ante todo se ha de ser auténtico. Prefería antes un hippy oliendo a ajos rancios y a perro mojado que a uno como aquél, que a su paso iba dejando una ligera estela con aroma de lavanda, perfume natural de lilas y un toque de limón.
Además, su larguísimo, lisísimo, brillantísimo e impolutísimo cabello estaba ahorquillado detrás de las orejas y tenía las puntas cortadas en una línea recta tan perfecta que parecía haber sido trazada con escuadra y cartabón. ¿Y qué decir de sus gafitas?, eran de esas que parecen ser capaces de cambiar el mundo con una canción.
Este antisistema carecía de dos de los tres requisitos imprescindibles para ser un antisistema auténtico: rastas y piojos.
El tercer requisito (el perro), esperaba fuera amarrado con una brillantísima correa y un brillantísimo collar a una brillantísima farola cuidadosamente escogida.
El perro carecía de los dos requisitos imprescindibles para ser un perro hippy: rastas y pulgas. Era un precioso setter irlandés de pura raza, de pelo ocre rojizo aún más brillante que el de su colega (él nunca se consideraría su amo). Parecía que en su vida se hubiese comido una mierda de gato, costumbre muy arraigada en la especie canina, por brillantísimo que sea su pelaje.
-No hay papel –dijo el dueño del bar mientras fregaba vasos en un agua marrón enfundado en un delantal de hule-.
-No importa, jefe.
Eso de “jefe” le encendía.
-Cuidado que no te muerda una rata, hace tiempo que no lo limpio.
-Tendré cuidado –dijo el joven, sin captar la segunda ni la tercera intención-, sólo voy a leer un poco.
¿Leer un poco? Este niñato es bobo –dijo para sí el camarero mirando de reojo al mozo-.
Nuestro inmaculado neohippy oseaquétalsabeloquetedigo atravesó el tenebroso pasillo que llevaba hasta el tigre de los tíos. Esta estancia en otro tipo de locales adopta otros curiosos nombres como “lavabo de caballeros”, “servicios” o en ambientes más cosmopolitas “tualet”, todos ellos en desuso. Al entrar y ver el lado interior de la puerta se le abrió el cielo, ante sí se presentaba el espaldarazo definitivo a su obra. Estaba elaborando una tesis de final de curso para su carrera de filología. Su sugerente título era “El poeta del tigre” y su contenido era una recopilación de los mejores escritos y pintadas de las puertas de los bares de la región.
Aquella puerta, lejos de estar llena de garabatos en forma de pollas gigantescas, erectas y eyaculantes estaba abarrotada de arriba a abajo de decenas de comentarios muy representativos de lo que tienen en la cabeza las gentes de nuestras tierras.

ATENCIÓN. ESTA BOBADA ES PURA FICCIÓN, PERO LOS ESCRITOS QUE SE CITAN A CONTINUACIÓN (EN MAYÚSCULAS) SON DEL TODO REALES, ESTÁN EN EL LAVABO DE LA GASOLINERA DE CERVERA EN LA NACIONAL II. EN... ¡UNA SOLA PUERTA!.

La mirada del chaval se dirigió directamente a lo más llamativo. En el centro de la puerta, debajo de una gran “A” anarquista y en grandes y verdes mayúsculas ponía:
NI BANDERAS NI FRONTERAS.
Con una sonrisa dibujada en su rostro empezó a escudriñar la puerta por su parte superior y a tomar nota.
ZONA ANTIFA, MEJOR ACEPTARLO, EL QUÉ?
A saber lo que quería decir el autor con eso. Justo debajo había una de esas frases con comentario adicional:
VISCA EL PP.
ESCRITO POR UN HIJO DE PERRA.
Diversas ideologías representadas...
Debajo otra serie, cada una de las tres frases de diferente autor:
CATALANES DE MIERDA, QUE OS FOLLEN A TODOS (a los catalanes siempre se les pone a parir).
SÍ, PERO TU MADRE NO, QUE LA MUY PUTA NOS COBRA.
Y LA PELA ES LA PELA.
Repartidos por toda la puerta había varios comentarios de dudosa intención, a veces acompañados de números de teléfono, ahí van unos cuantos:
QUIERO QUE ME FOLLEN EL CULO.
BUSCO HOMBRE BIEN DOTADO.

SI TE GUSTA QUE TE LA CHUPEN BIEN PON TU TELÉFONO.

CASADA MUY VICIOSA.

ME GUSTAN LAS POLLAS NEGRAS Y BLANCAS.

Exquisito.
Otra frase con respuesta:
FORÇA BARÇA.
Y TU PUTA MADRE, CATALINO.
Y otra, ésta con comentarios de respuesta intercalados, en negrita y en azul las palabras del segundo interlocutor:
VISCA EL PUTO BARÇA. PUTO.
AQUEST ANY GUANYEM UNA MIERDA LA CHAMPIONS.
Hay gente que se queda mirando la puerta y le entran ganas de escribir algo pero no les ocurre nada. Algunos ponen su nombre:
CARLITOS.
Y otros lo primero que se les viene a la cabeza:
MOSSOS FILLS DE PUTA.
He aquí otra serie:
SANG CULÉ COR CATALÀ!!
CORNUDO SEGURO, FIRMADO POR UN PUTO ESPAÑOL.
Pero en una puerta tan repleta siempre hay alguna perla. Al loro con esta cita:
¡LA MUERTE TIENE TAN CLARA SU VICTORIA QUE TE DA DE VENTAJA TODA LA VIDA!
¡Excelente! –celebró el hippy. Y al seguir leyendo se encontró con lo que viene a continuación. Estaba escrito a una altura y con una inclinación que delataba con toda seguridad que el autor escribía sentado en la taza del wáter. Por favor, lease bien que no tiene desperdicio:
¿QUÉ, CAGANDO EH?
QUÉ A GUSTO SE QUEDA UNO ¿VERDAD?

ES LO MEJOR QUE HAY, IGUAL QUE COMER Y FOLLAR.

BUENO, Y QUE TE LA CHUPEN.

BUENO, LIMPIATE BIEN Y A CURRAR.

Impresionante. Grandiosa y sencilla reflexión sin réplica posible. O ¿acaso hay alguien que no esté de acuerdo? Destila un buenrollismo que regocija a cualquiera.
Algunos se meten en política:
CON AZNAR COMÍAMOS EN EL BAR Y CON ZP COMEMOS EN EL MALETERO.
Esto es todo lo que había en la puerta, pero en el soporte del papel higiénico había escrita otra estupenda perla:
DE PEQUEÑO EL COCO, DE MAYOR LA COCA.
¿CUÁNDO COJONES PODRÉ DORMIR?

Con esto tenía suficiente para completar su tesis, pero se prometió, por puro placer, seguir leyendo los contenidos literarios de las puertas de nuestros bares, y... quizá algún día, se decidiese a escribir un libro.

“Todo bajo el Cielo” – Matilde Asensi (2006)

Trepidante e interesantísima aventura en la China de principios del siglo XX (siglo XX... eso fue hace mucho ¿no?), en los tiempos en que “sólo” vivían 400 millones de chinos.
Matilde Asensi hace un retrato a pincel de las grandezas y las miserias de la desconocida China y su milenaria cultura, avanzada y arcaica al mismo tiempo y llena de fuertes contradicciones.

Es una novela de aventuras muy instructiva que nos dejará boquiabiertos en más de una ocasión. Está narrada en un lenguaje fresco y suelto. Cualquier excusa es buena para explicarnos alguna cosa sobre la cultura china. Después de leer este libro se ve a los chinos de otra manera, como con más respeto. Pero no puedo evitar hacerme la siguiente pregunta: ¿Conocen los chinos de hoy en día su propia filosofía? Me cuesta imaginarme a los dependientes de las tiendas y restaurantes de por aquí haciendo tai-chi nada más levantarse por la mañana.
Al margen de preguntas bobas, el libro me ha gustado muchisímo, he disfrutado de lo lindo leyéndolo. Sobretodo las 50 últimas páginas son un derroche de imaginación tan desbordante que rozan el delirio.
Lo recomiendo a cualquiera que le guste leer.

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