-¿Dónde está el tigre, jefe?
-Al fondo a la derecha.
-Como en todos los bares ¿eh?
El dueño del bar fulminó al joven con la mirada. Detestaba que se le tomasen confianzas gratuitamente, sin haber dado pie a ello. Especialmente si se trataba de un mocoso melenudo de esos que ahora llaman “antisistema”.
Pero no había nada en el mundo más indigesto para él que la imagen de un antisistema tan impecablemente vestido y peinado como aquél.
-Al menos se ha de ser auténtico, cualquier cosa, pero auténtico-. Era su frase preferida, le encantaba, y la consideraba propia, pero nunca encontraba el momento de escribirla en la puerta del tigre de su propio bar.
A la pregunta de “¿Un hippy necesariamente ha de oler mal?” el dueño del bar respondía rotundamente “SÍ”. Ante todo se ha de ser auténtico. Prefería antes un hippy oliendo a ajos rancios y a perro mojado que a uno como aquél, que a su paso iba dejando una ligera estela con aroma de lavanda, perfume natural de lilas y un toque de limón.
Además, su larguísimo, lisísimo, brillantísimo e impolutísimo cabello estaba ahorquillado detrás de las orejas y tenía las puntas cortadas en una línea recta tan perfecta que parecía haber sido trazada con escuadra y cartabón. ¿Y qué decir de sus gafitas?, eran de esas que parecen ser capaces de cambiar el mundo con una canción.
Este antisistema carecía de dos de los tres requisitos imprescindibles para ser un antisistema auténtico: rastas y piojos.
El tercer requisito (el perro), esperaba fuera amarrado con una brillantísima correa y un brillantísimo collar a una brillantísima farola cuidadosamente escogida.
El perro carecía de los dos requisitos imprescindibles para ser un perro hippy: rastas y pulgas. Era un precioso setter irlandés de pura raza, de pelo ocre rojizo aún más brillante que el de su colega (él nunca se consideraría su amo). Parecía que en su vida se hubiese comido una mierda de gato, costumbre muy arraigada en la especie canina, por brillantísimo que sea su pelaje.
-No hay papel –dijo el dueño del bar mientras fregaba vasos en un agua marrón enfundado en un delantal de hule-.
-No importa, jefe.
Eso de “jefe” le encendía.
-Cuidado que no te muerda una rata, hace tiempo que no lo limpio.
-Tendré cuidado –dijo el joven, sin captar la segunda ni la tercera intención-, sólo voy a leer un poco.
¿Leer un poco? Este niñato es bobo –dijo para sí el camarero mirando de reojo al mozo-.
Nuestro inmaculado neohippy oseaquétalsabeloquetedigo atravesó el tenebroso pasillo que llevaba hasta el tigre de los tíos. Esta estancia en otro tipo de locales adopta otros curiosos nombres como “lavabo de caballeros”, “servicios” o en ambientes más cosmopolitas “tualet”, todos ellos en desuso. Al entrar y ver el lado interior de la puerta se le abrió el cielo, ante sí se presentaba el espaldarazo definitivo a su obra. Estaba elaborando una tesis de final de curso para su carrera de filología. Su sugerente título era “El poeta del tigre” y su contenido era una recopilación de los mejores escritos y pintadas de las puertas de los bares de la región.
Aquella puerta, lejos de estar llena de garabatos en forma de pollas gigantescas, erectas y eyaculantes estaba abarrotada de arriba a abajo de decenas de comentarios muy representativos de lo que tienen en la cabeza las gentes de nuestras tierras.
ATENCIÓN. ESTA BOBADA ES PURA FICCIÓN, PERO LOS ESCRITOS QUE SE CITAN A CONTINUACIÓN (EN MAYÚSCULAS) SON DEL TODO REALES, ESTÁN EN EL LAVABO DE LA GASOLINERA DE CERVERA EN LA NACIONAL II. EN... ¡UNA SOLA PUERTA!.
La mirada del chaval se dirigió directamente a lo más llamativo. En el centro de la puerta, debajo de una gran “A” anarquista y en grandes y verdes mayúsculas ponía:
NI BANDERAS NI FRONTERAS.
Con una sonrisa dibujada en su rostro empezó a escudriñar la puerta por su parte superior y a tomar nota.
ZONA ANTIFA, MEJOR ACEPTARLO, EL QUÉ?
A saber lo que quería decir el autor con eso. Justo debajo había una de esas frases con comentario adicional:
VISCA EL PP.
ESCRITO POR UN HIJO DE PERRA.
Diversas ideologías representadas...
Debajo otra serie, cada una de las tres frases de diferente autor:
CATALANES DE MIERDA, QUE OS FOLLEN A TODOS (a los catalanes siempre se les pone a parir).
SÍ, PERO TU MADRE NO, QUE LA MUY PUTA NOS COBRA.
Y LA PELA ES LA PELA.
Repartidos por toda la puerta había varios comentarios de dudosa intención, a veces acompañados de números de teléfono, ahí van unos cuantos:
QUIERO QUE ME FOLLEN EL CULO.
BUSCO HOMBRE BIEN DOTADO.
SI TE GUSTA QUE TE LA CHUPEN BIEN PON TU TELÉFONO.
CASADA MUY VICIOSA.
ME GUSTAN LAS POLLAS NEGRAS Y BLANCAS.
Exquisito.
Otra frase con respuesta:
FORÇA BARÇA.
Y TU PUTA MADRE, CATALINO.
Y otra, ésta con comentarios de respuesta intercalados, en negrita y en azul las palabras del segundo interlocutor:
VISCA EL PUTO BARÇA. PUTO.
AQUEST ANY GUANYEM UNA MIERDA LA CHAMPIONS.
Hay gente que se queda mirando la puerta y le entran ganas de escribir algo pero no les ocurre nada. Algunos ponen su nombre:
CARLITOS.
Y otros lo primero que se les viene a la cabeza:
MOSSOS FILLS DE PUTA.
He aquí otra serie:
SANG CULÉ COR CATALÀ!!
CORNUDO SEGURO, FIRMADO POR UN PUTO ESPAÑOL.
Pero en una puerta tan repleta siempre hay alguna perla. Al loro con esta cita:
¡LA MUERTE TIENE TAN CLARA SU VICTORIA QUE TE DA DE VENTAJA TODA LA VIDA!
¡Excelente! –celebró el hippy. Y al seguir leyendo se encontró con lo que viene a continuación. Estaba escrito a una altura y con una inclinación que delataba con toda seguridad que el autor escribía sentado en la taza del wáter. Por favor, lease bien que no tiene desperdicio:
¿QUÉ, CAGANDO EH?
QUÉ A GUSTO SE QUEDA UNO ¿VERDAD?
ES LO MEJOR QUE HAY, IGUAL QUE COMER Y FOLLAR.
BUENO, Y QUE TE LA CHUPEN.
BUENO, LIMPIATE BIEN Y A CURRAR.
Impresionante. Grandiosa y sencilla reflexión sin réplica posible. O ¿acaso hay alguien que no esté de acuerdo? Destila un buenrollismo que regocija a cualquiera.
Algunos se meten en política:
CON AZNAR COMÍAMOS EN EL BAR Y CON ZP COMEMOS EN EL MALETERO.
Esto es todo lo que había en la puerta, pero en el soporte del papel higiénico había escrita otra estupenda perla:
DE PEQUEÑO EL COCO, DE MAYOR LA COCA.
¿CUÁNDO COJONES PODRÉ DORMIR?
Con esto tenía suficiente para completar su tesis, pero se prometió, por puro placer, seguir leyendo los contenidos literarios de las puertas de nuestros bares, y... quizá algún día, se decidiese a escribir un libro.
Excelente, tío!!! Hoy la he vuelto a releer para empaparme bien, porque es verdaderamente una joya. Primero, por tu estilo literario, que depuras cada vez más con el tiempo. (realmente chapeau!!!)
ResponderEliminarSegundo, por esas citas, que como tú bien dices, no tienen desperdicio, y son, la gran mayoría, verdades como puños, quitando las de el barça, los catalanes y demás ideología.
Particularmente, me ha encantado esa disección que haces de los neohippies, y esa descripción tan "auténtica" de lo que debe ser un hippi. Cierto es, que todo lo demás son pseudo-loquesea. En concreto, destaco "Prefería antes un hippy oliendo a ajos rancios y a perro mojado que a uno como aquél, que a su paso iba dejando una ligera estela con aroma de lavanda, perfume natural de lilas y un toque de limón." No sé de dónde has parido esa frase, pero es que te ha quedado genial, nen. Tú sigue así, que nunca se sabe. Lo mismo, de aquí a unos años, luces un Premio Planeta en tus estanterías. (Estaría chulo, verdad?) La verdad es que me gustas mucho cuando escribes. Sigue, porfa!
Besos y abrazos
Nabiky
¿Mande?
ResponderEliminar¿Estilo literaterio?
¿Eso qué é lo que é?
No sagere usté, joven, que hará que me se sargan loh colore, sobretó el colorao, varga la rebuhnansia.