El otro día intenté llegar a la presa de Canelles, pero después de perderme varias veces y descubrir otras tantas que no había más remedio que recorrer más kilómetros de la cuenta por caminuchos de tierra, desistí.
Este jueves fue el segundo asalto. Ataqué desde la vertiente oeste, que está mucho más lejos pero es más accesible. Justo antes de llegar hay que atravesar un túnel sin iluminación que te pone los pelos de punta.
Cuando llegas a un sitio así lo primero que haces es asomarte, y os aseguro que la impresión es brutal. Vértigo es la palabra exacta.
Intenté sacar una foto desde un extremo de la presa pero no me cabía y la tuve que hacer en dos tomas.
Impresionante.
Después de muchos kilómetros por carreterillas estrechas decidí visitar Roda de Isábena, un precioso pueblo con una catedral románica tal que así.
Desde el claustro...
...se accede a un restaurante situado nada menos que en la capilla de la catedral que te deja con la boca abierta.
Está ambientado con música clásica. Toda una experiencia comer en un sitio como éste, además, el menú es estupendo y el precio bastante asequible.
A la hora de continuar la ruta descubrí a mi motillo haciendo amigos.
Impresionantes fotos de la presa
ResponderEliminarGracias.
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