“Aurora boreal” – Asa Larsson (2003)

Novela negra de alto nivel. Intrigante hasta el final, de hecho la intriga va creciendo de manera progresiva, poco a poco, sin darte cuenta vas agarrando el libro cada vez más fuerte y abriendo los ojos un poco más a cada página. Es de esos libros que se leen en un plis plas, te engancha tanto que no lo puedes dejar.

Es novela negra, ha habido un asesinato y hay que descubrir quién es. Lo interesante es que cada nuevo personaje tiene algo raro que te hace sospechar de él. Y lo curioso es que la protagonista, es decir, la que investiga, está implicada directamente en la trama, tiene relación con todos los personajes. Pero esa relación no te la explica desde el principio, te va proporcionando cortos flashes del pasado, información que hace que la trama sea aún más interesante, y que te hace decir cada poco rato: ¡Joder qué fuerte!

Los personajes son geniales, Rebecka Martinsson es la prota, una mujer con un par buen puestos, pero ojo, no es ninguna heroína, es terrenal al cien por cien. A parte de Rebecka hay otro personajazo, Sanna Strangard, no te cuento nada de ella por si te lo lees, Sanna es la bomba, no te dejará indiferente.

Los nombres son un poco liosos (son nombres suecos) pero la autora te lo facilita bastante diciendo quién es quien casi cada vez que aparece. Es de una lectura bastante fácil y rápida, y muy gustosa. La narradora no se entretiene con añadidos superfluos, va directamente al grano, todo lo que explica es por algo.

Muy buen libro, recomendadísimo.

Facilitando los comentarios

Hace poco me vi obligado a utilizar la opción de moderar los comentarios porque algún listillo se dedicaba a meter propaganda por el morro. Ahora ya han pasado unos meses y voy a probar a cambiar a la opción sin moderar a ver qué pasa. Desde ahora será un poco más fácil comentar en este blog.

Mónaco 2010, la cosa pintaba mal, pero... !Vaya carrerón!!!

No me lo podía creer, llevábamos unas 20 vueltas y Fernando iba sexto después de salir el último desde el pitlane. ¡En Mónaco! Circuito en el que es imposible adelantar…

-Nada es imposible -pensó Alonso justo antes de la salida con el cuchillo entre los dientes, dispuesto absolutamente a todo.
-Y dicen que la Formula 1 es aburrida –decía Lobato viendo el espectáculo que ofrecía nuestro Fernando en las primeras vueltas.

En Mónaco no se puede adelantar. No que va. Y si no se puede por la izquierda, pues por la derecha, ¡!!POR LA DERECHA!!!!, que se lo digan a Kovalainen. A ver, tal como lo hacía Fernando parecía fácil. Ponerle el coche delante a otro que corre mucho menos que el tuyo puede estar chupao, pero si tienes huevos páralo sin saltarte la chicane. ¡Hazlo tú! ¡Hazlo tú! A parte de Alonso, el único que es capaz en la parrilla actual de hacer algo así es Hamilton (que ya está bien de llamarle Negrot, pobrecico mío).

Lo único que dio por culo un poco fue el listillo del abuelo viejuno que tuvo que dar la nota. Le sirvió de bien poco, es más, ha salido muy perjudicado, pero a nosotros se nos quedó una cara de tonto que no nos dejó disfrutar del todo del pedazo de carrerón que hizo el nuestro.

Pedazo de carrerón, sí señor, y vaya estrategia, lo nunca visto. Riesgo al máximo, y espectáculo puro. Mónaco es siempre la carrera más aburrida del año, pero éste no ha sido así, hemos disfrutado como cerdos en el barro.

¿Y Webber? En el panel derecho he puesto que ha presentado su candidatura al título. Pero en realidad ya la tenía presentada hace tiempo, solo que nadie se lo creía. Hoy por hoy parece el más firme candidato a ganar el Mundial, por mucho que nos pese. Aunque esto es Formula 1, nunca se sabe, y Alonso es mucho, pero que mucho Alonso.

Y ahora a esperar con ansiedad la próxima en Turquía, nos volveremos a frotar las manos antes del banderazo inicial, como siempre, pero este año mucho más fuerte, ¡la cosa está que arde!!!

“Las estrellas, mi destino” – Alfred Bester (1956)

Cuando entras en una librería y buscas en la sección de ciencia-ficción con intención de llevarte algún libro no te puedes resistir a uno que en la contraportada dice cosas así:

“Un logro irrepetible de la ciencia ficción”.
“El gran clásico de las aventuras interplanetarias”.
“En los setenta se la seguía considerando la mejor novela de ciencia ficción jamás escrita. Por supuesto, sabemos que aún es cierto”.

Pelín exagerao pero irresistible. Esta sí es una novela de ciencia-ficción de naves espaciales, y mucha acción, y tecnologías avanzadísimas. Está ambientada a mediados de este milenio, cuando los humanos pueden teletransportarse a larguísimas distancias, convertirse en hombres máquinas y comunicarse por telepatía entre otras cosas.

Un hombre mediocre se encuentra a la deriva por el espacio en una nave durante muchos meses a la espera de que alguien le rescate. El día esperado llega, pero en el último momento los rescatadores deciden darse la vuelta y dejarlo tirado. A partir de ahí dedica toda su vida a la venganza. La razón de vivir le transforma en una persona diferente, capaz de cualquier cosa.

Novela muy entretenida. A veces se pierde uno un poco porque la gente no para de teletransportarse y descoloca, pero el hilo se recupera fácilmente. Como muchas las novelas de ciencia ficción tiene mucho simbolismo, no en vano está ambientada en una época en que hay una guerra en todo el Sistema Solar entre dos enormes bandos, pero desde luego que no es lo más interesante, lo importante es la acción, desenfrenada durante toda la historia. Destacaría el final, que es una ida de pelota de dimensiones astronómicas, del tipo de “Odisea en el Espacio” de Kubrick, realmente sorprendente. La recomiendo a todo aquél que le guste leer y no le moleste el ambientillo espacial, no es de esas novelas de ciencia-ficción que aparecen explicaciones técnicas difíciles de entender.

“Celda 211” – Daniel Monzón (2009)

Si mi Oscar ha sido para “Avatar”, mi Goya va para “Celda 211”, aquí sí que estoy de acuerdo con el jurado.

"Peliculón"
"Tensión a tope"
"Interpretaciones geniales"
"Malamadre, uno de los mejores personajes que he visto últimamente"

Mi Oscar es para "Avatar"

Hace unos días volví a ver "Avatar", esta vez en casa en una tele pequeña. Me volvió a emocionar como las dos veces que la vi en el cine.
Como ya dije en una entrada anterior mi Oscar es para "Avatar".