Novela negra de alto nivel. Intrigante hasta el final, de hecho la intriga va creciendo de manera progresiva, poco a poco, sin darte cuenta vas agarrando el libro cada vez más fuerte y abriendo los ojos un poco más a cada página. Es de esos libros que se leen en un plis plas, te engancha tanto que no lo puedes dejar.
Es novela negra, ha habido un asesinato y hay que descubrir quién es. Lo interesante es que cada nuevo personaje tiene algo raro que te hace sospechar de él. Y lo curioso es que la protagonista, es decir, la que investiga, está implicada directamente en la trama, tiene relación con todos los personajes. Pero esa relación no te la explica desde el principio, te va proporcionando cortos flashes del pasado, información que hace que la trama sea aún más interesante, y que te hace decir cada poco rato: ¡Joder qué fuerte!
Los personajes son geniales, Rebecka Martinsson es la prota, una mujer con un par buen puestos, pero ojo, no es ninguna heroína, es terrenal al cien por cien. A parte de Rebecka hay otro personajazo, Sanna Strangard, no te cuento nada de ella por si te lo lees, Sanna es la bomba, no te dejará indiferente.
Los nombres son un poco liosos (son nombres suecos) pero la autora te lo facilita bastante diciendo quién es quien casi cada vez que aparece. Es de una lectura bastante fácil y rápida, y muy gustosa. La narradora no se entretiene con añadidos superfluos, va directamente al grano, todo lo que explica es por algo.
Muy buen libro, recomendadísimo.
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